La peor pesadilla de todo apostador que juega con dinero real es, simplemente, no tener dinero para seguir jugando. Si no quieres pasar por semejante experiencia, asegúrate de leer este artículo para que administres mejor tus fondos.
Imagínate esto: te sientas a divertirte en un casino en línea. Haces un depósito, tal vez reclamas alguno de los bonos disponibles, y comienza a jugar su juego favorito. Y entonces… nada. Solo pérdida tras pérdida. Antes de que puedas tomar esa primera cerveza, ya no tienes dinero.
¿Suena familiar? Lo sabemos, y es que las máquinas tragamonedas pueden ser despiadadas. Si estás preparado para jugar con dinero real luego de probar nuestra oferta de juegos gratis. Hay cosas que puede hacer para evitar que tu próxima sesión termine en decepción. Aquí están nuestros principales consejos para mantener vivo tu fondo monetario.
1. Dividir tus fondos con el paso del tiempo
Cuando estableces un límite, puedes tomar las pérdidas con calma sin ningún problema. El único problema: ¿qué pasa si gastas tu presupuesto más rápido de lo que deseas? Mucha gente usa un límite mensual. Pero si las cosas comienzan de la mejor manera, es posible que superes ese presupuesto mucho más rápido de lo que esperabas.
La mejor manera de evitar esto es establecer “mini presupuestos”. Además de tu límite general de gastos, considera limitarte a cuánto puedes depositar en un día. Por ejemplo, tal vez tengas un presupuesto mensual de 250 euros, pero este no debe superar los 50 euros en un solo día.
De esta manera, incluso si tu suerte cae en picada, ¡al menos podrás divertirte durante todo el mes!
2. Retira tus ganancias lo antes posible
Retirar con mayor frecuencia tus ganancias puede tener un gran impacto en el tiempo que puede durar tu cuenta. De hecho, se recomienda que los jugadores retiren el monto de su depósito tan pronto alcance un objetivo de ganancia baja. 3 veces tu depósito es lo que suelen recomendar muchos jugadores de tragamonedas expertos. En el peor de los casos, saldrás con un buen balance.
3. Apuesta menos
Mano tras mano, giro tras giro sin absolutamente nada conseguido, es fácil frustrarse. Puede que incluso tengas la tentación de aumentar tu apuesta para intentar volver a donde empezaste.
Pero eso casi nunca funciona. Es mucho más divertido y menos estresante tomárselo con calma. Mantén un ojo en tu fondo monetario. Cuando lo veas bajar, baja tus apuestas también.
4. Conoce la volatilidad del juego
Hay una gran diferencia entre apostar 5 euros por mano en el blackjack y 5 euros por giro en una máquina tragamonedas.
Esa diferencia se llama volatilidad, o varianza. Un juego con baja variación como el blackjack, las apuestas externas en la ruleta, el póquer pai gow y el baccarat ofrecen más oportunidades de ganancias.
Los juegos de alta varianza, por otro lado, tienen que ver con ráfagas de suerte. Perderás la mayor parte del tiempo, pero todo lo que necesita es una ronda de la suerte para llegar a la cima. Estos juegos incluyen muchas de las tragamonedas (aunque también hay tragamonedas con varianzas bajas e intermedias), video poker, keno y tarjetas de raspar.
Entonces, como regla general: cuanto mayor sea la volatilidad, más baja debe ser tu apuesta. Si no estás seguro de cuán volátil es una tragamonedas, prueba los juegos gratuitos que aquí te ofrecen, y fíjate en el panel de ayuda, allí encontrarás la información que necesitas.
Además, a menudo puedes identificar una tragamonedas como muy volátil cuando tiene multiplicadores altos y muchos juegos de bonificación.
Si por otro lado juegas con una tragamonedas online que no cuenta con esas características especiales antes mencionadas, es porque es de baja varianza o volatilidad.
5. Mantén la calma
Lo hemos dicho una y otra vez: no hay nada más importante en el mundo de los juegos de azar que mantener la cabeza nivelada. Y eso es especialmente cierto cuando estás en una gran racha de derrotas y se te agota el dinero.
Nada bueno sale de perseguir pérdidas. Exigirle de más a tu fondo monetario es un atajo a la frustración. Y nunca serás un ganador si siempre insistes en “un giro más”.
Así que mantén tus emociones bajo control. Toma descansos para levantarte, toma un bocadillo y revisa la hora. Y si notas que ya no te estás divirtiendo, ¡deja de jugar por la sesión!